Entre las preguntas planteadas en la última entrada estaba: ¿Cuáles son las mejores formas de organizar a los agricultores y lograr economías de escala? ¿Qué modelos distintos de las cooperativas pueden ser más realistas y sostenibles?
Dentro de la pregunta está si cómo la formación de un grupo importa. ¿Importa el camino para formar un grupo orientado en torno a un objetivo empresarial? ¿Es necesario que los agricultores se unan teniendo en cuenta primero el objetivo empresarial, o es posible que los grupos de agricultores se unan primero en torno a otros objetivos, en este caso específicamente el ahorro, y luego pasar a formar una empresa?
Los grupos de ahorro y préstamo liderados por la comunidad, a menudo denominados VSLA, han sido durante mucho tiempo una de las herramientas favoritas de la comunidad de desarrollo y han logrado resultados impresionantes, ya que han fomentado la cohesión del grupo, han facilitado el acceso a la financiación (aunque a niveles más bajos) y, a menudo, han demostrado ser más sostenibles que muchas otras intervenciones programáticas. Dados estos éxitos, existe una tendencia natural a utilizar estas organizaciones como puntos de partida para otras intervenciones programáticas, para otras formas de capacitación y actividades grupales. El tiempo de los participantes es valioso. También lo es el tiempo del personal y del sector privado. Se deben aprovechar todas las oportunidades que se presenten para aprovechar las organizaciones ya existentes que han tenido éxito a fin de lograr economías de escala e impacto en los programas.
Otros abogan por mantener a los grupos centrados únicamente en el ahorro, o corren el riesgo de diluir la eficacia del grupo e inculcar la orientación de la misión. Y solo porque un grupo puede administrar sus finanzas de manera colectiva, ¿por qué supondríamos que puede dedicarse con éxito a una actividad completamente nueva, especialmente si se trata de una actividad tan arriesgada y conflictiva a nivel interno como operar una agroempresa?
Parece existir muy poca evidencia sobre estas preguntas (¡Por favor, demuéstrame que estoy equivocado y muéstrame en la dirección correcta!). El equipo de microfinanzas de CRS y el equipo de América Latina han publicado un nuevo artículo que profundiza en algunos de estos temas utilizando la evidencia de las Comunidades de Ahorros y Préstamos Internos (SILC) que se utilizan en dos programas de café distintos e independientes: uno en Guatemala y el otro en Colombia. «Desarrollar las agroempresas de grupos de pequeños propietarios a través de comunidades de ahorro y préstamos internos — Experiencias y lecciones de dos proyectos de desarrollo del café en América Latina»
Dentro del proyecto Borderlands en Colombia, diferentes socios implementadores locales utilizaron tres modelos diferentes, lo que permitió la comparación. Un socio, Carcafé, no utilizó el SILC en absoluto, mientras que Pastoral Ipiales utilizó los grupos del SILC de manera limitada o «parcial». Por último, Pastoral Pasto implementó el paquete SILC «completo». Los tres socios formaron agroempresas en sus respectivas áreas.
En resumen:
Sin modelo SILC: Carcafé optó por saltarse la formación de grupos SILC y pasar directamente a la creación de empresas.
Modelo SILC parcial: Pastoral Ipiales promovió la SILC de manera independiente de las organizaciones de pequeños productores de café para diversificar los ingresos de los hogares. Algunos miembros de las organizaciones cafeteras pertenecían a grupos del SILC, pero no había una relación formal entre ambos.
Modelo SILC completo: Pasto Pasto facilitó la agrupación de los grupos del SILC en grupos (el GAAPsazo), y luego el GAAPsazo se convirtió en la base para formar empresas.
El estudio arrojó resultados interesantes, al comparar el éxito de los tres grupos distintos de cada categoría en función de una serie de métricas:
Ingresos el consumo de café se duplicó con creces para las familias beneficiarias del modelo SILC total y parcial, a pesar de la caída de los precios internacionales del café. Estas familias pertenecen a organizaciones que han establecido relaciones comerciales directas con los compradores, lo que les permite obtener primas de precios más altas, y es probable que hayan contribuido a este resultado.
Rendimiento grupal: Las discusiones en grupos focales con miembros de las organizaciones formadas durante el proyecto Borderlands buscaron captar y registrar las percepciones individuales y colectivas de los participantes sobre el desempeño de sus respectivas organizaciones. Esta autoevaluación se centró en tres áreas de práctica: la gestión de los miembros, la gestión de las finanzas y la gestión de la empresa
Como señala el estudio, estas puntuaciones sugieren que los miembros pueden percibir las fortalezas y debilidades relativas de sus respectivas organizaciones. También indican que un modelo organizativo totalmente basado en el SILC o basado en el ahorro grupal puede ofrecer ventajas sobre los demás modelos en términos de transferencia de buenas prácticas de las organizaciones de base a las organizaciones de nivel superior (por ejemplo, las empresas grupales formales basadas en agrupaciones del SILC, las grandes asociaciones de agricultores o las federaciones de agricultores).
El documento lleva a cabo un análisis similar del proyecto Café Verde en Guatemala y extrae conclusiones importantes:
Hallazgo 1. Los grupos SILC proporcionan un vehículo eficaz para prestar servicios a fin de mejorar la producción y la comercialización de los pequeños agricultores.
Hallazgo 2. Los grupos SILC proporcionan una plataforma para la acción colectiva, pero el proceso requiere motivadores y motivaciones.
Hallazgo 3. La transición de grupos informales de SILC a organizaciones empresariales formales consume tiempo y requiere inversión
Junto con los hallazgos, el documento es claro sobre las brechas de conocimiento que aún existen y lo que debe estudiarse más a fondo. Es importante destacar que el estudio aprovecha dos programas que no establecieron intencionadamente el ahorro grupal como un trampolín hacia las empresas agrícolas. Como señala el autor principal, Rupert Best:
«Cuando comenzamos el estudio, los participantes estaban entusiasmados por el valor de las agrupaciones SILC como base para lograr empresas sólidas y emprendedoras en grupos de agricultores. Los resultados corroboran esta afirmación, pero también revelan que es necesario continuar con la validación y el desarrollo intencionados, ya que en ambos casos (Borderlands y Café Verde), la agrupación en clústeres del SILC surgió por casualidad, sin una planificación intencionada durante la fase de diseño. Por lo tanto, lo más importante que puede ocurrir ahora es despertar el interés entre los profesionales del desarrollo que se dedican a la agricultura y el ahorro por hacer algo más «pesado» lo que parece ser un enfoque útil para la organización de los pequeños agricultores vulnerables, que ha pasado de ser un concepto casi probado a medias a ser plenamente útil en los proyectos de desarrollo.